martes, 14 de noviembre de 2006

Un poco de extremoduro

Qusiera que mi voz fuera tan fuerte
que a veces retumbaran las montañas
y escucharais las mentes social-adormecidas
las palabras de amor de mi garganta.
Abrid los brazos, la mente y repartíos
que sólo os enseñaron el odio y la avaricia
yo quiero que todos como hermanos
repartamos amores, lagrimas y sonrisas.
Hay que dejar el camino social alquitranado
porque en el se nos queda pegada la pezuña
hay que volar ¡libres! al sol y al viento
repartiendo el amor que tengas dentro.