jueves, 4 de noviembre de 2010

SuperSeverinne! :D

Como cada día, me despojé de mis ropas de humana y saqué el mono de cuero negro del armario. Había intentado por todos los medios que mis pechos sobresalieran entre la cremallera tal y como la del anuncio de Jack’s, (sí, aquella que lo buscaba no sé con qué propósito exactamente), pero ni con un wonderbra que compré en los chinos lo conseguía, salvo que el que se claven las varillas del sujetador en las tetas te produzca una hinchazón suficiente como para aumentar dos tallas por lo menos. A mi no me pasó, así que me puse el mono de cuero y dejé la cremallera un poco más abajo de la cuenta, no sólo por coquetería, sino porque los michelines amenazaban con hacer saltar la cremallera, y al menos así podía respirar.

Una vez enfundada (o forrada) en el mono, cogí mi máscara para que nadie reconociera quien era, y dejé a Silvia en casa para convertirme, de nuevo, ¡oh, si!, en Super Severinne, el azote de los blogs, la comentarista más locuaz y más inteligente, la más sutil, la que siempre tiene la palabra justa, la que nunca mete la pata. Y aunque me costaba moverme con ese forro negro apretando mis carnes morenas, conseguí llegar hasta internet para seguir, como cada día, luchando. No se contra qué, pero luchando a muerte.

Mi primera incursión fue en un foro de debate político del que salí cagando leches (perdonen la expresión) cuando comprendí que mis ideas no eran bien recibidas. Todos pensaron –y algunos expresaron- que era una completa gilipollas al querer apoyar abiertamente la candidatura del Dr. House para las próximas elecciones generales. Sus argumentos, que era extranjero, que no era político y (lo que más resaltaron) que era un personaje de ficción, no movieron ni un ápice mi decisión de apoyarle. ¡Pues no hay fantasía en la política actual! Me marché de allí deseándoles un buen lupus a cada uno. ¡Jajaja, a ver a quién recurren entonces!

Después fui a un foro cultural, donde se hablaba de cine, de literatura, de poesía… Más incomprensión por parte de los miembros (y miembras) del foro: se negaron a considerar a Pablo Abraira como uno de los mayores exponentes de la música española de todos los tiempos, y por ahí no pasé, por supuesto. “Gavilán o paloma” es una composición a la altura de los más grandes, y como tal debe ser reconocida. Y si no me crees, prueba a dejarte las uñas de los pies como un gavilán y veremos si se te acerca alguna “paloma”.

Ante tanta desventura, y no dispuesta a dejar que tamaño insulto pasara por alto, fui a buscar a Pablo.El jodío está como en los 80, un poco amojamado y con un inquietante olor a formol, pero igualico, igualico que en los 80.



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Dejo prueba de que estuve con Pablo, que aquí en internet hay mucho mentiroso suelto, para que veáis que no es el caso. El pobre estaba un poco acojonado, supongo que al ver a un pedazo de tía como yo (no, no creo que la pistola tuviera nada que ver en eso), y así como desenfocado, como Robin Williams en la peli "Desmontando a Harry", pero el tío se portó de maravilla conmigo. Agradeció mi esfuerzo por que su canción sea reconocida como una de las mejores del panorama musical español y me invitó a una cervecita que yo rechacé amablemente porque con el mono ese que llevaba, si bebo una gota le salto un ojo con la cremallera, y lo último que quería era lastimar al pobre Pablo.

Y de momento no hay más. Cuando volví de internet y me quité el mono (y volví a respirar con normalidad), recuperé mi personalidad humana y  me senté satisfecha en mi sillón. Abrí una cervecita y una bolsa de patatas fritas y no me preocupé lo más mínimo por si el próximo día me entrará el mono de cuero o no. Es que he pensado en añadirle unos trocitos de tela vaquera, que ahora está muy de moda y tunearlo un poco.