viernes, 21 de mayo de 2010

The Rocky Horror Picture Show - Jim Sharman (y Richard O'Brien)


“No lo sueñes, hazlo”.
Ésta quizá debería ser siempre la consigna, hacerlo en lugar de soñarlo, no dejar nada en el tintero, por eso hoy quiero acercarme al universo “horrorita” y a ésta película de culto que es “The Rocky Horror Picture Show”.

Cuando en el verano de 1973 se estrenó en el Royal Court Theatre este musical teatral sin muchas pretensiones, su guionista (Richar O’Brien) y su director (Jim Sharman) no imaginaban el monstruo que estaban creando.  La obra fue un éxito, tanto que en 1975 se rodó la película, donde participaba parte del reparto original. Pero como pasa con las cosas buenas, en sus inicios no fue bien recibida y quedó relegada a cines alternativos y sesiones de media noche. Esta circunstancia fue la que provocó que se hiciera de un público fiel que empezó a acudir todas las semanas a los pases. Y con las repetidas exhibiciones, ese público fue perdiendo la vergüenza: cantaba las canciones, hablaba con los personajes, se disfrazaba y utilizaba “props” (utillería). Toda una parafernalia que se organizó alrededor de la película y que sigue haciéndose en nuestros días.
Porque The Rocky Horror Picture Show es una de las películas más exhibidas de la historia del cine, actualmente se hacen pases mensuales en algunas ciudades y pases esporádicos en otras. Yo tuve la suerte de perder la “virginidad” (así se les llama a los que acuden por vez primera a un pase de The Rocky) hace unos cuantos años en la sala de un centro cultural de Murcia, y estoy deseando repetir la experiencia.

En mi caso, la utillería necesaria para interactuar con la película nos la proporcionó  el mismo centro cultural, aunque si en tu ciudad la exhiben y no quieres perdértela, lo mejor es que lleves lo que necesitas desde casa. Los “props” necesarios son:

Globo: Hay que explotarlo al principio de la película, cuando los labios canten “But when worlds collide”.
Arroz: En la boda, cuando los novios salgan de la iglesia.
Periódico: Utilízalo para cubrirte la cabeza de la lluvia (lo hace la protagonista, Janet, al salir del coche).
Pistola de agua (llena): Se dispara a diestro y siniestro cuando Brad y Janet salen del coche y se mojan.
Linterna o encendedor: Enciéndelo cuando los protagonistas canten “There’s a light”.
Carracas y matasuegras: A la vez que lo hagan los transilvanos.
Guante de goma: Cuando el Dr. Frank – N – Furter nos presenta su creación, chasquea los guantes. Nosotros también.
Confetti: Los transilvanos lo lanzan cuando el Dr. Frank y Rocky se dirigen al dormitorio. Nosotros con ellos.
Papel higiénico: Se lanza al aire cuando Brad grite “Great Scott!”
Gorrito de fiesta: ¿Fiesta de cumpleaños? Cuando el Dr. Frank cante el “cumpleaños feliz”, nos lo ponemos.
Cartas (de baraja, nada de las cartas del novio/a, jeje): Cuando el Dr. Frank cante “Cards for sorrow, cards for pain”, las lanzamos por todas partes.


En las proyecciones de la película es muy probable que encuentres “Cast”, que son un grupo de gente que actuarán antes, durante o después de la película, cantando las canciones o representando las escenas que ves en pantalla, y animando (más si cabe) la proyección.

En cuanto a la película en si, el argumento gira en torno a una pareja Brad (Barry Bostwick) y Janet (una jovencísima Susan Sarandon), que piden ayuda en un castillo porque su coche se ha estropeado. Como llueve, los invitan a entrar dentro, y allí conocen a Riff  Raff (Richard O’Brien, el creador de la obra teatral y la película), a Magenta (Patricia Quinn), al Dr. Frank – N – Furter (un desatado Tim Curry), a los transilvanos que celebran su convención (del planeta Transexual, en la galaxia de Transilvania) y a Rocky Horror (Peter Hinwood), la criatura que el Dr. Frank ha creado simple y llanamente para tener sexo con el.

Sorprende ver a Susan Sarandon en una de éstas, se nos presenta tan joven que supongo que fue una de sus primeras películas, aunque el que realmente se come la pantalla es Tim Curry, un Dr. chiflado vestido con corsé, medias, liguero y tacones, con el pelo rizado y los labios muy rojos, que mezcla a Mick Jagger con Freddie Mercury para crear un personaje excepcional e inmortal.

La película tiene unas canciones maravillosas para cantarlas “a grito pelao” y para que se te vayan los pies de la butaca. Las canciones las tengo en un CD que me pongo en el coche cuando viajo sola y puedo cantar a gritos sin molestar a nadie, es un ejercicio anti-estrés muy recomendable, cuando terminas te quedas nuevo.

Así que no lo pienses más, normalmente cuando se hacen pases de la película en ciudades que no son Madrid o Barcelona, te informan en el periódico de dónde y cuándo se va a producir tamaño desmán, porque esta película hay que verla en el cine, nada de ordenador o dvd, hay que mezclarse con los “horroritas” (los que ya la han visto varias o muchas o infinitas veces) y perder la “virginidad” de una de las maneras más divertidas que puedas imaginar.
Ya lo sabes: “No lo sueñes, hazlo”.

Por cierto que la próxima exhibición de la película será el sábado 5 de junio, a las 22:00 h. en los cines Casablanca de Barcelona. Las entradas ya están disponibles en taquilla o a través de Paypal. Lo organizan desde la web www.rhps.es   que es también de donde he obtenido alguna de la información que he traído aquí, aunque si queréis saberlo todo sobre esta película, no dudéis en visitar la página, porque es genial.